jueves, 31 de mayo de 2012

Cinco años...



Cinco años. Mañana cumples 5 años. Madre mía, qué número tan redondo ¡y tan grande! Llevas una semana emocionada porque “en Junio es mi cumple” y porque lo vamos a celebrar,  y porque irá mamá al cole a llevar un bizcocho, y porque saldremos al parque con tus amigos….

Y yo no hago más que recordar. Me acuerdo tanto de cuando me enteré que estaba embarazada; de cuando empezaste a moverte dentro de mi y a darme patadas. De cuando supimos que eras una niña y te pusimos nombre. Y de cómo tu padre se acercaba a la barriga y lo decía una y otra vez “para que supieras como te llamabas”.

De los preparativos, del final del embarazo, de las ganas de saber cómo eras físicamente, de conocerte, de tocarte.

Y el día llegó, y dejamos de ser una para ser dos para siempre. Te tocamos, te olimos, te sentimos, sin llegar a creérnoslo y sin saber muy bien qué hacer contigo.

Estos días recuerdo tan a menudo esos meses, ese bebé redondito que eras, plácida, tranquila, feliz. Recuerdo sobre todo tus ojos, esa mirada...

Tu llegada al mundo cambió nuestra vida para siempre; eso lo esperábamos, pero no sabíamos cuanto. No se puede explicar lo que se siente al tener un hijo hasta que lo tienes. Una vez tratando de compartirlo con una amiga que no era madre, se lo describía como “algo tan animal que no puedo describirlo con palabras”.

Cuando llegaste, yo no estaba tan informada como ahora. Acerca de colecho, porteos, lactancia… Pero sé que jamás te dejamos llorar, nunca te faltaron los brazos, jamás te quedaste sola en la cuna esperando desgañitándote sin que alguien viniera a por ti. Porque hay cosas que uno no sabe cómo hacerlas bien, pero sí sabe cómo no hacerlas mal.


De estos cinco años me quiero quedar con la parte buena. Sé que hemos pasado tiempos terribles, hay unos meses que contemplo como en una nebulosa, y solo me arrepiento de no haber sabido disfrutarte más en esos momentos.  Pero eso también me ha enseñado a hacerlo ahora, a preocuparme (un poquito) menos, y a no esperar “que pase el tiempo cuanto antes” porque eso significa perderlo para siempre



Y hoy estamos aquí, cinco años después. Cada vez que pienso que mañana cumples cinco años se me llenan los ojos de lágrimas como a una tonta. Porque no me puedo creer que de mi, de nosotros, haya surgido esa personita tan especial que eres tú. Porque si hay algo que me hace feliz es sentir tu mano en la mía y escuchar tu voz. Porque tú y tu hermana sois las personas más importantes del mundo. Y porque quiero que cuando los cinco sean seis, y siete, y ocho... sigas buscando mi mano.

Felicidades, cariño. 

5 comentarios:

  1. ¡Muchísimas felicidades a esa piratilla guapa! Vendrán muchos más años y seguro que buscará tu mano, tus palabras y tu presencia, ¿cómo no? De eso puedes estar segura.
    Un beso fuerte.......

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar